Todas mis Páginas

domingo, 28 de agosto de 2016

UNA VUELTA POR MADRID

Por fin llegamos!

Bajar del avión y recorrer el enoooorme aeropuerto para ir a buscar las valijas y creo que nunca salimos de la Terminal 4. De ahí a tomar el metro como nos indicaron al centro de Madrid, error, por lo menos para nosotros y explico por qué. Tomamos el metro hasta la estación Nuevos Ministerios, hasta ahí todo bien, pero después teníamos que hacer un par de combinaciones para llegar a la estación donde teníamos que bajar, pero no había escaleras mecánicas, por lo menos en algunas de ellas, y con valijas se hace muy pesado. Y después caminar hasta el departamento, que te digo, a esas alturas ya parece que estás llevando un container, y te acordás de las cosas que trajiste y no vas a usar y las calles, que no son planas como en Buenos Aires, sino que hay muchas bajadas y subidas. En fin, mi recomendación, para no gastar tanto, metro a Nuevos Ministerios, 4,70 euros y de ahí, taxi hasta el departamento, será un poco más caro pero llegarán más descansados y menos plata que desde el aeropuerto.
Puerta del Sol - Kilómetro cero

Llegamos hasta el departamento que habíamos alquilado, nos recibió una persona que ya habíamos contactado por teléfono. El lugar muy tranquilo en el barrio de Lavapies, unas 7 cuadras de la Puerta del Sol. El departamento no era muy grande pero suficientemente cómodo para dos y para tres también, porque tiene un sofá. Hay que decir que estaba muy bien equipado y eso es un punto a favor para la propietaria, porque no todos los lugares de alquiler se preocupan tanto por el húesped. En este había café, té, aceite, sal, etc., además de todos los elementos básicos. Lo único que faltaba es un televisor y radio, pero lo suplen con la internet.

Llegamos por la tarde y aprovechando que era verano y anochece después de las nueve, dejamos las cosas y a caminar hasta la Puerta del Sol. Dios mío! Nunca vi tanta gente junta y hablando tantos idiomas. Y eso que he estado en otras ciudades importantes, pero nunca como esto. Hasta en las calles aledañas, mirabas desde arriba y era un mar de cabezas. La idea era comer algo en alguno de los tantos restaurants que hay por allí, pero eso hasta ver un negocio con los jamones colgados y la vidriera llena de quesos del que te puedas imaginar. Compramos allí el jamón cortado a cuchillo directamente de la pata, ya eso era todo un espectáculo, queso y luego pasamos por el Corte Inglés, comprar allí el pancito y una botella de sangría, y se acabó el paseo, nos fuimos directamente al departamento a comer y luego a dormir que estábamos muy cansados.
 
Plaza Mayor

Día 1

Subimos al bus turístico hop on hop off, contratado desde acá por Internet, en la  Puerta del Sol. Primera parada, para nosotros, porque ya había hecho buena parte del recorrido, nos bajamos en la Gran Vía. Una avenida con mucha vida, muchos hoteles y grandes tiendas como HM, Zara, Primark, etc., que como ya empezaban las liquidaciones, había ofertas que casi te hacen perder todo el día si entras a mirar.


Plaza España - Monumento a Cervantes


Luego seguimos hasta la Plaza de España. Aquí se encuentra el monumento a Cervantes, que mucho no pudimos ver porque estaba atestado por una manifestación obrera, se ve que es un lugar de encuentro común, pero vimos lo suficiente para decir que es hermosa.
Templo de Debod







Tomamos nuevamente el bus y nos bajamos en el Templo de Debod. Un monumento egipcio de 2200 años de antigüedad, regalo de Egipto a España. Espectacular por lo que significa, se puede visitar por dentro, no lleva mucho tiempo, con inscripciones antiguas y rodeado de un parque hermoso.
Jardines de Sabatini, al fondo el Palacio Real

De ahí caminando hasta los Jardines de Sabatini, justo al lado del Palacio Real. Merecen una visita y tienen una vista hacia Madrid muy bonitas. Ahí aprovechamos para comer algo enfrente, un bar llamado Sabatini, donde ofrecen pinchos, menúes turísticos y otras comidas elaboradas, como pescados, carnes y paellas, a muy buen precio, podés comer en la barra o sentado a la mesa, no muy grande pero todo de primera. Ahí comí la mejor tortilla de papas que probé en toda España.


Luego cruzamos al Palacio Real. Enfrente de este, a través de la Plaza de Oriente, se tiene una buena vista del Teatro Real. Como no había mucha gente haciendo cola, decidimos entrar, una maravilla el Palacio y justo había una muestra de pinturas del siglo XVII, de Caravagio a Bernini, que a nosotros nos encantó. Una lástima que nos faltó tiempo para recorrer la armería, que nos habían recomendado, asi que será en la próxima visita.


Palacio Real

Partimos rápido, tomamos el bus nuevamente hasta la Puerta del Sol porque teníamos que encontrarnos con una amiga que reside en el Escorial y venía a Madrid a encontrarse con nosotros. Luego de este encuentro nos llevó hasta la Plaza Mayor, el Mercado de San Miguel, puntos de los que hablaré luego, y pudimos entrar a la Basílica de San Miguel, que nos decía que no siempre se encuentra abierta, pero en ese momento si lo estaba y pudimos entrar. A quien ande por aquí, les digo, no se la pierdan.

Luego nos fuimos caminando por el barrio llamado de los Austrias, “callejeando” como dicen acá, nos perdimos por esas callecitas, llenas de bares de tapas, flores, donde los edificios se mantienen de la época de los Austrias y es un lugar hermoso para no perdérselo. Asi llegamos a la Plaza de la Paja, pasamos por el Café de Nuncio, un lugar típico y muy concurrido, y nos sentamos en uno de los tantos bares a picar algo y tomar un “tinto de verano” y unas “cañitas” y luego a casa, a dormir, que mañana seguimos “callejeando”. Esto me encanta.


Día 2

Amanecimos fatal! El cuerpo le está pasando factura a toda lo que venimos comiendo. Pero a salir igual. 


Paseo de la Castellana

Primera parada, tomamos el bus y nos dirigimos por el Paseo de la Castellana hasta el Bernabeu, el estadio del Real Madrid. El Paseo de la Castellana es una avenida anchísima llena de vegetación, que se extiende desde la Plaza de la Cibeles hasta la Plaza de Castilla, donde se encuentran las Torres Kio o Torres inclinadas de la Puerta de Europa. La primera parte desde la Plaza de Cibeles hasta la Plaza Colón se conoce como Paseo de los Recoletos. Tiene una arquitectura moderna, variada por la progresión cronológica de los estilos.

Nosotros llegamos hasta el estadio Bernabeu, donde había muchísimos autobuses de turismo, un montón de gente para ir a visitarlo, entrada 15 euros, por lo tanto sacamos unas fotos y seguimos nuestro camino.
Puerta de Alcala

Tomamos por la calle Serrano en el barrio de Salamanca, zona de embajadas y negocios de primeras marcas como Dior, Cartier, Tiffany, etc., pero que no pudimos apreciar e todo su esplendor, ya que, como era domingo, estaba todo cerrado y acostumbran a vaciar las vidrieras. 

Asi que de ahí nos fuimos hasta la Puerta de Alcalá y entramos al Parque del Retiro. Estaba atestado de gente, no solo turistas sino también lugareños que se aprestaban a pasar el día aprovechando el sol. Fuimos bordeando el espectacular estanque hasta la Fuente de la Alcachofa, que data del Siglo XVIII. Del otro lado y dominando el lago se encuentra el monumento de Alfonso XII, toda una obra en bronce flanqueada por unas columnas en forma de semicírculo. 

Parque del Retiro - Fuente de la Alcachofa
Seguimos, pasando la Fuente de la Alcachofa hasta el Palacio de Velázquez, con ladrillos de colores, mosaicos y arcos, diseñado para exhibiciones y muestras. Luego fuimos hasta el Palacio de Cristal, un antiguo invernadero, hoy albergando algunas muestras de arte contemporáneo, junto al lago donde se encuentran cisnes y pequeñas tortugas de agua relajadas al sol. Caminamos despacio, disfrutando nosotros también del sol y viendo el espectáculo que brindan los músicos callejeros, mimos, y hasta adivinas que leen el tarot. Queríamos ir al Museo del Prado que está al del Parque pero la cola para entrar era muy larga, asi que nos quedamos con la vista majestuosa y para la próxima, siempre hay que dejar algo para ver asi tenemos la excusa de volver.
Parque del Retiro - Palacio de Cristal

Parque del Retiro

Saliendo del Parque tomamos el bus turístico nuevamente hasta la Catedral de la Almúdena, que no habíamos podido ver el día anterior. Es majestuosa con sus cuatro naves, los frescos del techo y todo alrededor, y la imagen de la Virgen detrás del altar, al cual se puede acceder por una gran  escalinata para llegar al pie de ella. El último casamiento real celebrado en esta iglesia fue el del actual rey Felipe VI, pero no es habitual que lo usen para eso.

Después, como estaba cerca, fuimos caminando hasta el Mercado de San Miguel a comer unas tapas y unos pinchos. Voy a decir que mucho no me gustó, no por la comida sino porque está preparado para el turismo y se perdió mucho de la originalidad, ya no es un mercado en si mismo. No hay lugar para estar sentados, todos tienen que comer de parado y al paso, como hay muchos turistas la atención no es muy buena, ni del todo amable.
Mercado San Miguel - Mmm! deliciosas esas aceitunas 

Luego volvimos hacia la Plaza Mayor, tomando un yogur frozen, sacamos unas fotos, caminando despacio y llegamos a nuestro departamento. Nos cambiamos y fuimos hasta la calle de Alcalá con el cruce con la Gran Vía. Aca se encuentra el edificio Metrópolis, uno de los más característicos de Madrid, con su figura alada de bronce en la cúpula, y enfrente de este se encuentra el Círculo de las Bellas Artes, donde se puede subir hasta la terraza a tomar un café o sino, en la confitería que se encuentra abajo, todo un ambiente muy refinado. 

De alli, nos largamos a caminar por la Gran Vía, entrando a algunos negocios que estaban comenzando la liquidación de temporada y quisimos aprovechar a comprar alguna ropita barata. Después fuimos a cenar a un restaurante ubicado cerca de la Calle Mayor, que no me acuerdo el nombre, y a dormir, que al otro día ya nos teníamos que ir para seguir nuestro camino.

Madrid me sorprendió gratamente, porque yo esperaba una ciudad más parecida a Buenos Aires, pero no lo veo tanto asi. Sus edificios guardan un estilo de los que pueden verse en nuestra Avenida de Mayo pero nada más, este tiene más historia, guardan más el estilo y sus callecitas que suben, bajan y se pierden, siempre con algún barcito para tomar y comer algo, a la vuelta de cada esquina. Una ciudad que se puede hacer a pie y no sé si por el idioma o por nuestras raíces, pero el trato de los españoles fue muy cordial y nos sentíamos como parte de nuestro país. Nos quedaron muchas cosas para hacer que no tuvimos tiempo en este viaje, lugares para descubrir y visitar, y otros para redescubrir, ni hablar de sus alrededores, como Toledo, Avila, el Escorial, etc.

Madrid - Calle de Alcalá

Sin duda, una ciudad para volver. Hasta la próxima!

El Viajero Incurable

No hay comentarios.: