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domingo, 11 de diciembre de 2016

RUTA EN AUTO POR EUROPA - Quinta Parte

Riviera Francesa – Aix en Provence

Saliendo de Génova hacia la Costa Francesa, tomamos por el camino que va bordeando la costa para ir viendo las ciudades que dan al Mar de Liguria.

Entrada a Sanremo 

Después de andar más de media hora en medio de un tránsito pesado, nos encontramos con la entrada a un túnel que estaba cerrada por reparaciones, y no había ningún otro cartel, asi que tuvimos que dar media vuelta y volver por el mismo camino hasta encontrar la autopista que nos llevaría directamente hasta Francia. En suma, con tantas vueltas ya se nos había pasado buena parte del día,  asi que lo único que pudimos ver fue San Remo.



Sanremo - Paseando por la ciudad antigua

Llegamos con mucho calor, asi que decidimos dar una vuelta por San Remo, conocer el centro y las playas, es la ciudad donde se lleva a cabo el famoso festival de música y una ciudad con mucho turismo de verano. Se nota que es una ciudad muy cuidada, limpia, no tuvimos tiempo de conocer muchos lugares, caminamos por las calles peatonales del centro y después ya nos fuimos a Cannes.

Palacio del Festival de Cannes






Llegamos a Cannes. En este destino reservamos por internet un departamento de dos ambientes donde íbamos a quedarnos cuatro noches (Homeaway, 432 euros). El departamento estaba situado a dos cuadras del mar, en una de las calles más concurridas de Cannes, una cuadra llena de bares donde a la noche abren sus puertas y sacan las mesas y sillas a la vereda y ahi explota, se llenan de chicas y muchachos que vienen a tomar algo y comer y hay música y bastante bullicio hasta tarde. Ahí quedaba el departamento, pero, gracias a Dios, una vez adentro ya no se escuchaba nada, asi que no tuvimos problemas para dormir.




Cannes



El problema en Cannes es el estacionamiento. Después de un buen rato de dar vueltas con el auto, encontramos un lugar a varias cuadras del departamento, asi que tuvimos que llevar nuestras valijas caminando y llegamos cuando estaban los bares a full. La parte buena es que no es caro estacionar en la calle, si encuentras lugar, porque el horario es de 8 a 12 y de 14 a 19 hs., con lo cual es bastante manejable. Como llegamos el día sábado a la tarde, el estacionamiento es libre hasta el lunes a las 8 hs., asi que dejamos el auto estacionado y nos dedicamos a recorrer Cannes a pie, ir a la playa y salir a dar una vuelta, ya que estábamos alojados en el centro de la ciudad.


Cannes
Cannes es glamour y sofisticación, muy caro, pero es sin lugar a dudas una de las ciudades más hermosas que he visto. El mar es calmo y a una temperatura muy agradable. Casi todas sus playas son privadas, pero también hay públicas. Privadas porque están explotadas y te obligan a alquilar sombrillas y reposeras, donde hay servicios, bares, atención del personal (de 15 a 23 euros por persona). Tampoco está prohibido el paso sino que no te puedes quedar.
La Suquet


Caminamos por la avenida de La Croissette, el paseo marítimo a lo largo de la playa, un aristocrático boulevard flanqueado por palmeras, donde se encuentran los locales de los principales diseñadores de moda, hoteles elegantes como el Hotel Carlton, un símbolo de la ciudad, y exclusivos como el Majestic. 

Luego, al principio de la misma (o al final, dependiendo desde donde se mire) está el casino y el Palacio donde se lleva a cabo el famoso festival de cine, y el puerto donde se encuentran amarrados los barcos privados más grandes que haya visto, solo caminar por aquí es un sueño. Después, más allá, está la Suquet, el barrio antiguo de Cannes, laberinto de callecitas empedradas que suben angostas, casas antiguas y matices de colores, restaurants y bares con sus terrazas, apenas iluminadas que en la noche que le da un brillo particular. Bajando de la Suquet está la Rue de Antibes, la avenida céntrica de la ciudad, y que la cruza a todo lo largo.

Todo en Cannes me pareció espectacular y también la gente que se pasea por sus calles, parecen salidos del Festival, los autos fabulosos, los yates, las fiestas privadas, todo hace al glamour que tiene esta ciudad y que uno no quiera irse nunca.

Niza
El día lunes teníamos pensado salir temprano para ir a Niza y el Principado de Mónaco, pero no sabíamos la que nos esperaba. Se acuerdan que dije que el fin de semana dejaba el auto estacionado, bueno, al ir a buscarlo no podía abrir las puertas con la alarma, cuando abrí una con la llave, no encendía el motor, se había quedado sin batería. Asi que otra vez comunicarnos con la agencia, hacer varias llamadas a España, para que mandaran primero la grúa, cuando esta llegó, lo puso en marcha y fui a Niza, pero el problema seguía, asi que buscar primero una agencia, y después tener que ir a buscar otro auto porque ese no iba más. Conclusión: vimos un poco de Niza y nos volvimos.

Mónaco
Al otro día, si hicimos un recorrido por Niza, disfutamos un poco del centro histórico y paseamos por la Promenade des Anglais (Paseo de los Ingleses), pasamos por el Hotel Negresco, vimos la preparación de los festejos del 14 de julio, día de la Independencia, sin saber que en ese mismo lugar iba a suceder uno de los peores atentados en Francia. Cuando sucedió, nosotros estábamos cruzando a España, luego de eso, no se cerró la frontera pero los controles fueron exhaustivos. Las imágenes eran desgarradoras y se sucedían constantemente en televisión. Solo pensar que dos días antes habíamos pasado por alli, se te eriza la piel.

Dejamos Niza y fuimos hacia Mónaco. La entrada al principado en auto se hace un poco complicado, sus calles son muy angostas, hay que ir bajando hasta llegar al nivel del mar, es una ciudad chica pero con una mezcla entre lo moderno y lo antiguo, y en todos lados se puede observar la fastuosidad de sus habitantes, sus autos, yates, edificios glamorosos.

Plaza del Casino










Si bien moverse en auto es complicado, hay muchos estacionamientos en la ciudad, y siempre hay que tener en cuenta que la primera hora es gratis, asi que si se mueven rápido puede que no tengan que pagar, pero la contra es que para encontrar lugar se pierde de 15 a 20 minutos dando vueltas.






Casino de Montecarlo



Palacio Real

Lo primero a visitar fue la Plaza del Casino, donde se encuentra el famoso Casino, al cual no pudimos entrar porque se encontraba cerrado y abre recién a las 14 hs., el Café de París, los jardines, atravesamos el parque de Boulingrins, a un lado del parque se encuentra el Shopping Center Le Metropole, todas las marcas famosas están ahí, muy fastuoso.








Después fuimos con el auto hacia el casco antiguo, había que tomar la Avenue du Port, pasar frente al puerto, recorrer el circuito de la carrera de fórmula uno, no sé sinceramente como hacen para levantar a altas velocidades por esas calles tan angostas. 




Catedral








Hay que ir subiendo por una calle hasta llegar a un estacionamiento y ahí se debe tomar un ascensor que te lleva al casco antiguo donde se encuentra el Palacio Real, el Museo Oceanográfico y la Catedral, la cual es hermosa con unos vitrales que irradian una luz azul y donde se encuentran enterrados el Príncipe Rainiero y la Princesa Grace.


Villefrance sur Mer

Ya dejamos Mónaco atrás, con todo su glamour, y una sensación muy grata de placer, es espectacular y no se puede dejar de conocer. Tomamos la ruta bordeando el mar para no volver por autopista, y llegamos a Villefrance sur Mer, un pequeño pueblo a la orilla del mar, donde nos dimos un baño en aguas tranquilas y transparentes, en una playa casi desierta, después de tanto calor. Luego seguimos por la ruta serpenteante hacia Niza y pasamos por el lugar del accidente que le costó la vida a la Princesa Grace y hoy hay una lápida que la recuerda.




Ya se nos terminaba nuestra estadía en la Costa Azul y al otro día partíamos hacia Aix en Provence, donde teníamos reservado nuestro hotel.

Saint Maxime
Decidimos continuar el viaje bordeando la costa, además del paisaje, para hacer un stop en alguna playa que nos gustara. Pasamos por Frejus, una ciudad bastante grande, mucho movimiento de turistas, playas muy concurridas, con paradores y restaurants. Continuamos hasta Saint Maxime, típico lugar de veraneo, tiene unas bonitas playas, asi que decidimos hacer stop aquí y bajar a la playa. Fue acomodarnos y tocar el agua, que estaba más fría que la de nuestras costas y ya se había levantado viento.



Mausoleo de la Princesa Grace





Asi que, otra vez al auto y continuar hacia Saint Tropez. Había muchísimo tránsito, hasta que logramos entrar a la ciudad, es decir la villa, porque no es muy grande. En este punto, tengo que decir la verdad. Saint Tropez no me gustó, yo me esperaba encontrar con todo el glamour y paseos, que había visto en Cannes, pero lo que encontré fue una antigua villa de pescadores, con viviendas antiguas, un centro comercial muy chico, muchísima gente y casi no tiene playa, muchas embarcaciones de todo tipo y precios muy caros. Dimos un par de vueltas porque el trásito era muy intenso y seguimos a Ratatouille, que está próxima a Saint Tropez, y donde los carteles indicaban que había balnearios. 

Anduvimos bastantes kilómetros hasta encontrar el lugar. Son unas playas muy amplias con paradores donde cambiarse y agua muy tranquila y limpia, pero nos tuvimos que quedar muy poco tiempo, porque se levantó un viento fortísimo, que no me acuerdo como le llaman, y el mar se encontraba muy frío. Era tal el viento que la arena volaba y era imposible quedarse sentado tomando sol.

Nuestro plan era continuar por la costa hasta llegar a Toulon, ya que en el medio había bastantes lugares interesantes para ver, pero ya habíamos perdido mucho tiempo al entrar en Saint Tropez y buscando playas, y teníamos que llegar a Aix en Provence, ya que como dije, teníamos reservado el hotel para esa noche.
Vista del Puerto de Montecarlo

Son unos 120 kms. desde Saint Tropez, tomamos un camino de montaña muy sinuoso, unos 40 kms.  hasta llegar a la autopista que nos llevó a Aix, llegamos ya a última hora de la tarde.

Cours Mirabeau - Aix en Provence



Nos alojamos en el Hotel Le Concorde (97 euros la noche con parking 10 euros) ubicado en el límite del barrio histórico, sin mucho lujo pero con un bonito lugar para desayunar al aire libre. Como caía la noche, tomamos por la rue d’Italie para ir al centro histórico, llegamos a la Plaza de Verdun, más alla la Plaza Richelme, donde está el Ayuntamiento, es muy agradable caminar por sus callecitas. 


Plaza Gral. De Gaulle







Después fuimos caminando hasta el Cours Mirabeau, una de las avenidas más hermosa de la ciudad, con hermosas mansiones antiguas, antiguo camino de las carretas. Cours Mirabeau es uno de los paseos principales de la ciudad, tiene amplias veredas para caminar con bares y restaurants, con fuentes en el medio hasta terminar en el extremo que divide la ciudad vieja con la moderna, con la Fuente de la Rotonda, o también llamada Plaza del Gral. De Gaulle. Esta plaza tiene una fuente en el medio de 12 metros de altura y 41 metros de diámetro, adornada con una representación con tres figuras femeninas que representan la Agricultura, la Justicia y las Bellas Artes. También en la plaza se encuentra una estatua de Paul Cezanne.

Arles - Les Arenes


Seguimos, ahí nomás, está la Plaza de Augustins, un sitio rodeado de restaurants, donde la gente sentada en las mesas ubicadas en el centro de la plaza comía y bebía, y saludaba a los viajeros. La gente en Aix es muy amable y divertida. Fue ahí donde comí la mejor hamburguesa de todo el viaje, lástima que se me fue el nombre del lugar, pero algo asi como el rey de la hamburguesa, y en verdad parecía que si. Después volvimos al hotel, muy cansados pero con el sabor agradable que nos dejó Aix en Provence.





No pudimos ver mucho más, y en verdad nos hubiese gustado, pero al otro día teníamos que continuar y dejamos el hotel temprano.  


Arles - Barrio Antiguo


Tomamos la autopista A8 para llegar a Arles, a 75 kms. Una ciudad a orillas del Ródano con clásicas construcciones de estilo provenzal, con esos colores ocre, típicos de las pinturas de Van Gogh.

Espacio Van Gogh
También es una ciudad con muchas ruinas romanas conservadas en ella, como ser el anfiteatro romano, conocido como “Les Arénes”. Cuando fuimos estaba en restauración, pero magníficamente conservado, hoy día también es usado para conciertos y corridas de toros.







Enseguida se llega a la plaza principal de la ciudad antigua, frente al Hotel de Ville (Ayuntamiento), con un obelisco en el medio de la época romana y la Catedral de Saint Trófim, que data del siglo XII, y se conserva en perfecto estado. Es imperdible caminar por el centro medieval, perderse por sus callecitas, sus casas de color natural, muchos bares y tiendas alrededor de la Plaza del Forum y disfrutar de la sencillez de Arles.


Monumento a Van Gogh







No se puede dejar de visitar el Espacio Van Gogh, un antiguo hospital del siglo XVI que se convirtó en centro cultural dedicado al pintor holandés. Fue a este hospital a donde trajeron a Van Gogh cuando se mutiló una de sus orejas. Quince meses, no más, desde febrero de 1888 hasta mayo de 1889, donde Van Gogh pintó más de 300 cuadros donde plasmó Arlés bajo la nieve o el sol resplandeciente, el ródano, la gente trabajando, la ciudad de día y de noche.






Al visitar la parte medieval de Arlés, es imposible no sentir la fuerte presencia de Van Gogh y el legado que dejó en la Provence.


Tossa de Mar – Costa Brava

Dejamos atrás Arlés, cruzamos la frontera y volvimos a España. Decidimos alquilar un departamento en Tossa de Mar, un pueblo de la costa muy chiquito, muy pintoresco.

Tossa de Mar

Al llegar a la tarde se nos hizo un poco angustiante y hasta resultó algo cómico. Angustiante porque la ruta para llegar a la ciudad dejando la autopista, es camino de montaña, muy sinuoso y los autos ahí venían muy rápido. Después al llegar íbamos entrando al pueblo con calles muy angostas, y el departamento estaba en pleno centro, luego algunas calles se cerraban al tránsito de vehículos, la cuestión que íbamos siguiendo el GPS y nos íbamos encontrando con calles cerradas, pero al fin donde teníamos que ir se podía llegar con el auto.

Tossa de Mar

La indicación de la cochera fue otro momento extraordinario. Resulta que el estacionamiento estaba a un par de cuadras del departamento, la cuestión que el dueño me acompañó porque las calles son intrincadas. Luego al llegar, la plaza estaba en el cuarto nivel y yo tenía una minivan que es un poco larga, entonces el hombre iba corriendo adelante mío indicándome como tomar la curva de la rampa porque era muy angosta, asi cuatro pisos. Era increíble. Para bajar iba dando dejando caer el auto y dando marcha atrás, sino no pasaba. Asi fueron cuatro días que estuvimos ahí, ya a lo último me había acostumbrado.
Tossa de Mar

Lloret del Mar

Tossa de Mar es un pueblo ubicado a unos 100 kms. de Barcelona, con un centro antiguo, callecitas angostas, típico lugar de veraneo, como toda la Costa Brava, su playa es amplia rodeada de montañas, y los barcos que vienen de excursión o navegando. En uno de los extremos en lo alto hay un castillo o la muralla que queda de él, donde ofrece excelentes vistas de la playa y el mar. 



Lloret del Mar
Las aguas son calmas aunque un poco fría. Por la noche las calles se vuelven peatonales y es agradable caminar, ir a comer a algunos de los muchos restaurants al aire libre o tomarse una sangría. Pero en general el ritmo es tranquilo y las calles no se abarrotan de gente como en nuestra costa balnearia.


Decidimos quedarnos cuatro noches para disfrutar del mar y conocer los pueblos de alrededor. Primero fuimos a Lloret del Mar, que queda a unos 12 kms. de Tossa, por un camino de montaña al borde del mar, donde se pueden encontrar unas calitas que son un regocijo para bañarse o apreciar las vistas desde lo alto. Lloret es mucho más grande que Tossa, por ese motivo también pierde su encanto, mucha gente, muchos autos, muchos edificios, alejada de mis gustos personales.

Platja d'Aró
Cadaqués







Luego fuimos para el norte de Tossa, llegamos a Sant Feliú de Guixols, una ciudad de la costa muy grande con playas amplias. Seguimos hasta el pueblo siguiente que fue Platja d’Aro, es una ciudad con un desarrollo moderno, amplias playas, una avenida costanera llena de palmeras y un centro comercial importante. 











Disfrutar de la playa y caminar por la Avinguda de s’Agaró, detenerse a comer algo en alguno de los muchos restaurants que tiene, fue una propuesta digna para un día de verano. Sin duda es uno de los mejores destinos que recomendaría de la Costa Brava.   




Tossa de Mar - Esas Calitas!!!




Otro día tomamos la autopista y fuimos hasta Roses, unos 100 kms. desde Tossa de Mar, una playa de piedras muy amplia, la ciudad es importante, con una población estable y mucho turismo y luego a Cadaqués, que era donde queríamos ir, ya que ahí no más se encuentra la casa de Salvador Dalí. La casa del gran pintor hoy convertida en museo no es en si misma un palacio ni siquiera una mansión, deslumbra por su posición frente a la cala de Portlligat y sus formas curvilíneas. No se puede entrar sino se hace la reserva por Internet con antelación, asi que será en la próxima. Cadaqués es un pueblo de calles entramadas y angostas, muy difícil para transitar con auto, el mar es estupendo y las vistas maravillosas, con el mar azul y las casas blancas al fondo, realmente vale la pena pasar una tarde alli.


Ya llegaban los últimos días de nuestras vacaciones, y terminábamos nuestro periplo en Barcelona, pero esa es otra historia.

Tossa de Mar - Vista desde el Castillo
Fueron muchos kilómetros y muchos los lugares que conocimos, la gente de esos pueblos, paisajes que quedaron para siempre fijos en nuestras retinas, no pudimos conocer a fondo y hacer todo lo que queríamos, pero hacía mucho que veníamos planificándolo y de otra manera que no sea en auto, había muchos sitios que no íbamos a poder ver. De hecho atravesar la Selva Negra en Alemania, la Provenza de Francia, los campos de España, cruzar los Alpes suizos, los Pirineos, fue tanto o más de lo que esperaba.

Cadaques - Museo Dalí
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Hasta el próximo viaje!!!
El Viajero Incurable

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