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martes, 24 de octubre de 2017

OTRA VUELTA POR ROMA - Día 3



Día 3 – Paseo entre la Naturaleza y la Moda

 
Parque Borghese
 Salimos del hotel y caminamos por Via Nazionale hasta la Vía Della Quattro Fontane. Teníamos la opción de ir por Vía Nazionale hasta la Piazza Della Reppublica, que es un lugar muy concurrido, donde se encuentran los hoteles más importantes, y entrar a la Iglesia de Santa María degli Angeli, construída por Miguel Angel en 1561 sobre una parte de las Termas de Diocleciano, que es una de las más bonitas de Roma, pero como ya habíamos estado en otra oportunidad, decidimos dejarla de lado.


Palazzo Barberini
 


Sobre la Vía Della Quattro Fontane nos encontramos con el Palazzo Barberini. Hoy es un centro de exposiciones, pero vale la pena su visita, que es gratuita, si no entran a las exposiciones, para contemplar toda la estructura. Luego seguimos hasta la Piazza Barberini. Sobre una de las esquinas nace la famosa Vía Veneto, que nos lleva hasta la Porta Pinciana, donde se accede al parque de Villa Borghese. Pero preferimos acceder por el otro lado.





Piazza Spagna - Trinita dei Monti



Tomamos por Vía Sistina que nos llevó hasta Trinitá dei Monti, donde se encuentra la iglesia francesa con sus dos campanarios y la doble escalinata frontal y la famosa Escalinata Española de 1720 que da a Piazza Spagna. Seguimos por la misma calle de la iglesia y nos encontramos con Villa Medici, construída por un cardenal toscano en el sitio de los jardines de Lúculo. Actualmente alberga a la Academia Francesa, donde se realizan exhibiciones artísticas. Continuando entramos directamente al parque de Villa Borghese.









Parque Borghese - Colina del Pincio
 
El parque es muy grande, si se lo quiere recorrer se encontrará con la Villa Borghese, galería de arte y pinturas, la Villa Giulia, hoy museo etrusco, hasta un lago y jardín zoológico. Por lo tanto, fuimos a la Colina del Pincio, área transformada en parque y paseos a principios del Siglo XIX. Los senderos están llenos de bustos de patriotas italianos y en el centro de la Piazza Bucarest el obelisco egipcio traído a Roma por el emperador Adriano, ubicado en el Pincio en 1822 por el papa Pío VII.  De ahí fuimos al mirador, desde aquí la vista es espectacular, se pueden ver las cúpulas de Roma. De aca bajamos hasta la Piazza del Popolo.




 



Piazza del Popolo
Es un gran espacio abierto enmarcada por la Porta del Popolo, la que fue una de las principales entradas a la ciudad desde la época de los romanos, y la Iglesia de Santa María del Popolo, reconstruída varias veces hasta esta versión renacentista del Siglo XVI. Tiene un enorme valor artístico en su decoración del interior, por talentosos artistas de los siglos XVI y XVII.Se puede observar a la izquierda del altar principal la Capilla Cerasi que tiene dos pinturas de Caravaggio, “Conversión de San Pablo” y “Crucifixión de San Pedro”, y la Capilla Chigi diseñada por Rafael Sanzio. A los costados de la plaza están la Fontana del Nettuno y la Fontana Della Dea di Roma y en el centro se encuentra el obelisco egipcio que estaba en el Circo Máximo, trasladado en 1589 por el papa Sixto V. Frente a la Porta del Popolo, del otro de lado de la plaza, se encuentran dos iglesias aparentemente idénticas, Santa María di Montesanto, a la izquierda, tiene una cúpula oval, y Santa María dei Miracoli, que tiene la cúpula redonda.  



Piazza del Popolo - Porta del Popolo al fondo

Luego bajamos por Via del Babuino hacia Piazza Spagna. Una calle con muchos negocios de antigüedades. Hicimos unos 100 metros y tomamos por un pasaje a la izquierda que sale a Vía Margutta, una calle de 200 metros, pero una de las más pintorescas de Roma, con su calle empedrada, toda verde y las casas señoriales, para no perdésela.

 











Via Margutta



Via Margutta se termina y vuelve a Vía del Babuino, donde nos encontramos con la Fontana Della Barcaccia de la Piazza Spagna, de 1620, casi un siglo antes que se construyera la escalinata. Si quiere sacarse una foto, pida permiso al centenar de turistas que se encuentra alli, creo que junto al Panteón, es donde más gente se junta.

 
Basílica de San Carlo al Corso


De ahí bajamos por Vía Condotti, el corazón del principal distrito de compras y del mundo de la moda de la ciudad. Todas las grandes marcas de la moda están aquí, asi como joyas, artículos de arte y decoración. Seguimos hasta Via del Corso, una de las avenidas más largas de Roma, que conecta la Piazza del Popolo con la Piazza Venezia. A 100 metros de alli a la derecha, entramos a la Basílica de San Carlo al Corso. Tiene un frente más bien sencillo pero con un interior monumental y magníficamente decorado, como para no perdérsela.


 

Palazzo Borghese


Bajamos por Vía del Corso hasta Via Frattina, doblando a la derecha nos encontramos con la Piazza di San Lorenzo in Lucina, alli se encuentra la Basílica de San Lorenzo in Lucina. Seguimos por Via del Leone y llegamos a Piazza Borghese. Un lugar muy pintoresco con muchos bares y restaurants, y también se encuentra el Palazzo Borghese del Siglo XVI, donde funciona la embajada de España, y si bien es un edificio hermoso de forma trapezoidal, es muy interesante observar la parte trasera, con unos jardines majestuosos flanqueados por grandes estatuas. Luego fuimos hasta el Tíber y el puente Umberto I, del otro lado se encuentra el Palacio de Justicia y el Castel Sant Angelo, y seguimos hasta Piazza Navona.


Piazza Navona - Fuente de los Cuatro Ríos
 

Es una plaza hermosa y una visita obligada para cada vez que se está en Roma, con todo el colorido de la gente, observar la Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini y entrar a la iglesia  de Santa Inés en Agonía enfrente de la Piazza Navona, lugar donde la santa fue martirizada en el antiguo estadio de Domiciano que ocupaba la plaza.

 


Iglesia de Santa Inés en Agonía 















Via della Pace
Tomamos por el extremo norte de la plaza tomamos por Via di Lorenese hasta Largo Febo y recorrimos toda esa zona hasta Via dei Coronari, Piazza di Tor Sanguinea, la Piazza Montevecchio, hasta Via Della Pace donde se encuentra la iglesia de Santa Maria Della Pace, donde se puede ver, entre otras obras, el altar mayor donde se destaca la imagen de la Virgen y el Niño de Carlo Maderno. Toda esta zona, además de tener un encantador trazado de calles y edificios antiguos, es una zona con muchos cafés y restaurants.


 


De ahí nos volvimos caminando hasta el hotel, para observar una última vez las imágenes que nos ofrece Roma, ya que había que preparar las valijas para nuestro regreso a casa. Pero, siempre nos quedará las calles, los edificios antiguos, las iglesias, los monumentos, las pinturas, todo un museo a cielo abierto, y tantas cosas nuevas por descubrir y hacer, una ciudad que mi espíritu de viajero incurable nunca se cansa de volver.

 

Via Margutta




Hasta la próxima.


El Viajero Incurable

 

 

 

 

 












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